
En fecha reciente, la Agencia Española de Protección de Datos, publicaba una noticia titulada NUEVA FUNCIONALIDAD DEL SERVICIO DE SOLICITUD DE COPIA DE LA INSCRIPCIÓN DE FICHEROS, que se puede leer completa aquí:
Se trata de que accediendo a la sección indicada, los responsables de tratamiento puedan descargar en formato digital un contenido que puede servir de base para confeccionar el Registro de actividades exigido en el artículo 30 del Reglamento General de Protección de Datos europeo.
Eso sí, no se debe olvidar que este Registro no será obligatorio para ninguna empresa ni organización que emplee a menos de 250 personas, a menos que el tratamiento que realice pueda entrañar un riesgo para los derechos y libertades de los interesados, no sea ocasional, o incluya categorías especiales de datos personales indicadas en el artículo 9, apartado 1, o datos personales relativos a condenas e infracciones penales a que se refiere el artículo 10.
El Registro de actividades viene a sustituir a la obligación de notificar los ficheros al Registro de la Agencia Española de Protección de Datos, de modo que a partir de finales de mayo de 2018 la obligación de notificación dejará de existir, pero será necesario confeccionar este Registro o inventario de tratamientos de datos.
El Registro no hace falta que se publique ni se envíe a ningún organismo, pero tendrá que estar a disposición de la Agencia Española de Protección de Datos u organismo equivalente que lo solicite. No obstante, las administraciones públicas sí que tienen que publicarlo, siendo accesible por medios electrónicos (en su web, por ejemplo).
La obligación incumbe –con la expeción antes mencionada- tanto a responsables de fichero como a encargados de tratamiento.
En la web de la Agencia, lo que se puede descargar es un Excel o XML con el contenido completo de las inscripciones efectuadas.
La herramienta de la Agencia FACILITA, de la que ya hemos hablado en otra ocasión, genera –entre otros documentos- la estructura y contenido del registro de actividades, por lo que puede servir de guía, al menos para entidades que no presentan riesgos en materia de tratamiento de datos de carácter personal.